MASTOPEXIA
El tamaño, la forma y la simetría de los pechos, son signos que marcan la feminidad y sexualidad de la mujer. El tamaño de los pechos, y en particular su caída, con el paso del tiempo, puede limitar en la mujer hasta su relación social con los demás, habiendo casos que llegan hasta obsesionarle.
Con el paso del tiempo, la fuerza de la gravedad y otros factores como embarazos pasados, el exceso de exposición al sol, el exceso de volumen, o la falta de uso del sujetador contribuyen a la caída del pecho, y a su flacidez.
La Mastopexia o mamoplastia de elevación es la intervención que permite elevar las mamas caídas o mamas ptosicas, al tiempo que mejoran su tersedad.
Son varias las razones por las que se lleva cabo esta cirugía. Bien para mejorar la figura de un pecho caído, bien para mejorar la pérdida de volumen mamario con su caída subsiguiente tras un embarazo, bien para corregir una asimetría en el tamaño o posición de los pechos o bien para reconstruir un pecho tras sufrir alguna patología, principalmente oncológica.
En la intervención se reubican los tejidos caídos restaurando su posición y retirando el exceso de piel mediante una plastia que engloba areola y pezón elevándolos.
Las incisiones para conseguir la elevación del pecho se realizan intentando ocultar al máximo las cicatrices o dejándolas lo más disimuladas posible. Lo habitual es una incisión por debajo de la mamá en sentido vertical, alrededor de la areola y en ocasiones a lo largo del surco submamario. (En “T” invertida, en “L” o en “J”)
Tanto la forma como el tamaño de las mamas influirán en el resultado posterior si ambas no tienen el mismo tamaño o forma antes de la cirugía probablemente no serán completamente simétricas con posterioridad a la misma.
Está intervención es susceptible de combinarse con un aumento mamario mediante la implantación de prótesis ya sean estas de gel de silicona, de hidrogel o de suero fisiológico.