La lobuloplastia o cirugía del lóbulo de la oreja se realiza habitualmente en pacientes que llevan pendientes pesados, durante años. Con el tiempo el lóbulo de la oreja va cediendo, pudiendo llegar a desgarrar la oreja por completo. Produce incomodidad y en casos extremos, impide la colocación de un pendiente.

Además, el uso cada vez más de moda de dilatadores de oreja, provoca deformidades importantes, que requieren de una reconstrucción minuciosa para conseguir unos resultados estéticos óptimos. Se realiza con anestesia local, y la reincorporación al trabajo es inmediata.